Nosotros

Para  el filósofo personalista Martin Buber “el pensamiento es el hablar del hombre consigo mismo”. Lo asevera en el contexto del carácter dialógico del habla, en una reflexión profunda sobre la internalización discursiva, como una nivel primordial previo a la palabra. Cito a Buber para reflexionar sobre el pensamiento del hombre que sufre,  víctima de una enfermedad  limitante, probablemente causa de su muerte. La palabra forma el encuentro y modera los actos que el mismo provoca. Silencios de gestos contenidos, lagrimas encerradas y lamentos lacerantes que te rompen el corazón. Todas con el denominador común de la soledad. Y quiero matizar al respecto: no son enfermos que están solos realmente, pero se sienten solos, muy solos. He conocido enfermos que se han sentido abandonados, ante un constante trotar de familiares ruidosos. La cuestión es si alguien se ocupa de ellos haciéndoles sentir una presencia real y auténtica- amorosa-, tan solo una rato al día. Si de verdad se ocupan de averiguar qué les preocupa y qué necesitan realmente. Escribo esto hoy porque en el encuentro con dos pacientes, ambos han roto a llorar a partir de la simple pregunta ¿En qué piensas? Claro que mi pregunta intuye un proceso emocional complejo según los signos evidentes y la comunicación no verbal. “Ya sé que trabajan los dos, pero les necesito ahora porque no sé que hacer con este miedo, y no vienen a verme”. Ello entre sollozos, agarrado a mis manos a las puertas de cumplir un siglo de vida. ¿De qué nos sirve tener miles de followers si algún  familiar o amigo sufre desesperadamente por 15 minutos de consuelo? Hoy siento un agujero en mi corazón porque de alguna manera todos somos responsables. Fue el ilustre Buber quien definió que “no hay yo sin tú”. Y no se trata de ideologías. Más bien de reconocer que venimos al mundo para ser en nosotros(yo y tú). Y de no hacerlo, veremos romperse el mundo que conocemos.

César Cid