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Llegó a nosotros, a pesar de un pronóstico incontestable, formulado desde la congruente razón empírica, que pone nombre hasta aquello que ignora. El mismo pronóstico que puso límite inminente a su vida y que ella ha soterrado, como una vía muerta que recuerda viajes de ida y vuelta, que solo la memoria puede rescatar. Puso su corazón en el de Dios y miró a María para vertebrar un sí tan elocuente como el de la Madre del mundo. Y confió. Tanto que recupero tono vital y su peculiar sentido del humor, tan insultante como infrecuente, dado su estado de salud. Nos regaló un testimonio luminoso, que es puro bálsamo para cualquier enfermo y lección inconmensurable para los sanos – si es que es posible estarlo-. Y sonríe, revelando que es ella más que nunca, que sostiene su existencia desde la esperanza auténtica que salva al hombre. Por cierto que al hilo del verbo salvar, revelamos a veces algunos prejuicios. Sin embargo si de algo nos salva Dios es de nuestro propio ego y de su consecuencias: los miedos.
Esperanza está a salvo de cualquier prejuicio porque vive este momento con intensidad y naturalidad. Dice sentir cómo Dios le acaricia y cómo María le acurruca. Según algunos científicos podría tratarse de sugestión o cualquier fenómeno bioquímico explicable. Para quienes la conocemos y asistimos a enfermos al final de la vida se llama abandono en Dios. Tal vez es hora de decir al mundo que la vida tiene sentido desde el amor, que por fortuna aún no ha sido medido en laboratorio. Amor desde el Amor primigenio, capaz de dar vida y de sostenerla en la fe. Tras largas conversaciones con ella brota en mi una frase, que siento como un secreto que ella comparte conmigo en silencio: No te olvides de vivir. ¿Cuánto tiempo necesitamos para descubrir lo que de verdad importa? Esperanza espera desde la certeza del amor que ya ha saboreado. Nadie como ella para describir la verdadera vida. Nadie como nosotros para dar gracias por tanta verdad revelada.
Cesar Cid
Un comentario en «Abandono en Dios»
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Que texto supremo e inspirador….. así es, desde el amor, la sonrisa (que nunca es insultante o fuera de lugar, sea cual sea la circunstancia o gravedad…. más si se está cerca de dejar este plano)..es vida , ese abandono en los brazos de Dios…esa entrega , esa certeza de que está y estará protegida….que todo va. a ser como tiene que ser. Que lindo César….siempre te lo digo!!! Pero es una realidad!!!. La sutileza y la ternura que se mezcla con la fría y a veces cruel , realidad, redactado *a tu manera*… mágico.