Más fuerte que la muerte

 

165966182El diagnostico de una enfermedad incurable y el pronóstico de muerte inminente se impone y confronta al ser humano con su propia vida. En cualquier caso, a pesar de las circunstancias variables que suelen acontecer, importa la actitud del enfermo a partir de ese momento. Comienza el viaje definitivo y el viajero ha de decidir en qué posición quiere llevarlo a cabo. He conocido una amplia gama de reacciones al respecto, que podrían integrarse en dos bien claras: el distanciamiento emocional (pariente cercano del abandono) y el afrontamiento. Somos seres espirituales en un camino terrenal. Son las relaciones con los otros y con el Totalmente Otro (Dios), las que nos permiten emprender el último viaje cargados de amor, el vehículo y vínculo que une este mundo con la eternidad. El papel de familiares y profesionales es fundamental para que el viaje se dé desde la confianza en el destino. Veo cómo algunos familiares se protegen emocionalmente ante la muerte inminente de un ser querido, en un encierro que provocará culpa y desasosiego. Aprovechar esta oportunidad para intercambiar sentimientos y revelar cuestiones de toda índole, desbloquea al que sufre y libera a quien le acompaña. Darle y darse permiso para expresar cualquier inquietud, desde la sinceridad y la autenticidad, sin miedo. Curiosamente, ante la muerte, los patrones de una relación se alteran sustancialmente. Los lazos afectivos suelen hacerse más intensos porque se transforman en intimidad espiritual. Los ojos que han amado ven una mirada nueva en el enfermo y el reflejo de un amor que trasciende la vida. Cambia su aspecto notablemente. Tanto que sin la mirada de amor no le reconocería. La actitud es decisiva ahora para que quien se va, no cierre su corazón antes de tiempo. Queda despedirse y descubrir que al amor es más fuerte que la muerte y que tal experiencia será sin duda, la más profunda que ambos pudieron vivir. Comienza así una nueva etapa de crecimiento espiritual que les marcará eternamente. César Cid

Volver arriba