Dios secará tus lágrimas

478538707Te conocí ayer en un mar de lágrimas pesadas, deshecho por el dolor. Anclado en un por qué convertido en eco inevitable, clamabas por la vida de tu hija. Se me fue la vida con ella, sin haberla ella vivido… Recogí tus palabras con cuidado y silencio, y ahora me queman en el corazón. Y te escribo para mi alivio, consciente de que no volveré a verte, como si fuera una oración mas que una carta. Aprovecho para hablar contigo y con Dios, querido hermano, en quien -algún día- comprenderemos todas las cosas. ¿Es posible vivir con un corazón desgarrado?, te preguntas. Compruebas ahora que tu corazón es más frágil que una rosa y sin embargo es el centro de todo tu ser, que será eternizado y divinizado en Dios. Es el mismo corazón que guardó celosamente los besos imborrables de tu hija, sus sonrisas dulces y aquellos abrazos colgantes que aún sientes en tu cuello. Jesús también fue Hijo único, como ella. Imaginamos el amor de María, pero no podríamos hacer lo mismo con su sufrimiento en el calvario, hermano. Pero continúo con tu corazón… ¿Sabes que todo el amor que has sido capaz de dar es un regalo de Dios? Él lo hace posible para nuestra libertad, y en momentos difíciles le atribuimos el origen de nuestras desgracias. Porque el Corazón de Dios es la fuente del amor, vivimos inmersos en un proceso complejo y sublime, pensado por Él para nosotros. En medio de la vida que nos duele, brota la Vida de quien nos ama. Si una vida resulta dura para alguien, puede parecer larga; si es agradable, siempre parece corta, termine cuando termine. La muerte no es un fracaso, aunque duele muchísimo. Sólo en Dios se encuentra el consuelo de reconocernos peregrinos a la verdadera Vida. Cristo venció a la muerte para despejar el mundo de tinieblas, de miedos, de angustia y de desamparo. La Gloria habita ya en este mundo, querido hermano. No te extrañen las dudas de ahora, que se irán disipando en tu corazón viejo y herido. Los problemas, las dificultades, las cruces de esta vida son efímeros y transitorios. Será tu corazón traspasado, el mismo que tanto amor ha derramado, que comprobará de nuevo cómo Dios ama al hombre y vence a la muerte con el Amor. Y recuerda que solo Dios es capaz de vivir con el corazón desgarrado, para bálsamo del hombre, su creación más amada. Desde la Ascensión, en el Corazón de Dios palpita el corazón del hombre. Dios secará cada lágrima de tus ojos, hermano (Ap. 7, 17). César Cid

3 comentarios en «Dios secará tus lágrimas»

  1. Y ahí va otro texto,lleno de ternura,cariño y sobretodo de Dios.Bravo amigo.Lo guardaré para releerlo cuando la vida no me deje sonreír,para acordarme de que Él siempre permanece a mi lado.

  2. De verdad consigues llegar al alma con el corazón eres lo más grande dar un poco de conform en el dolor y eso vale mucho

  3. Muy buena respuesta a ese «por que» desgarrado de una madre ante la muerte de su hija. Saber descubrir el amor de Dios en toda la Vida que
    nos rodea por todas partes y que no acaba con la muerte.

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