Motivos para el silencio

Motivos para el silencio

183286385Hoy quiero callar mi voz, hermano, para que la suya nos llene el alma en vísperas de su drama, del tormento de un Dios empeñado en ser hombre. Imagina el cielo suspendido, estremecido entre el pasado y el presente, incapaz de imaginar un futuro jamás esperado, salvo por Él mismo y su excelsa comunión de Personas. Silencio, hermano…. Él, que conocía con detalle cada minuto de su vida entre nosotros, ha elegido ser la víctima para cambiar definitivamente el orden de las cosas. Su muerte es el hecho más desconcertante y el único realmente necesario. Luz a la Luz tras las tinieblas… ¿Te das cuenta hermano? Escogió nacer en condiciones miserables, casi en secreto. Ha vivido como hombre siendo el espíritu más puro, como una criatura fugaz, con sus miedos y sufrimientos.

Ha pasado cuarenta días en el desierto, castigado por el sol desde la mañana hasta la noche. En su soledad, el diablo le pide que renuncie a su empeño de morir como hombre, sabedor que su Hora romperá el orden del mundo para inmortalizarlo. Abandonó el desierto de Judea para desvelar la revelación del desierto y salvarnos. Aún con el aroma de nardo reciente en sus piel, cena con sus amigos, no sin antes lavar los pies de quienes le siguieron durante tres años. Ellos estaban habituados a sus gestos… pero el lavatorio les desconcertó como ninguno. Tras la cena su apariencia revelaba inquietud y no pudo (ni quiso) disimular. La noche traerá desvelo y soledad. Los amados amigos son incapaces de acompañar sus temores y el final se acerca. Todo ocurrirá según lo previó, pero ha de vivirlo hermano, como tú vives ahora esta enfermedad odiosa que te lacera el alma. Prendido y despreciado por un mal beso se subirá a la cruz en unas horas, no sin ser humillado y brutalmente flagelado: el Ecce Homo. Mira, hermano: experimentó la soledad como Dios y sin embargó añora la vida que está apunto de perder, aún cuando gestó su propio recorrido hasta la eternidad. ¿Entiendes que es normal llorar por la vida que terminas y a la vez intuir que solo es preámbulo de la vida verdadera? Estaré junto a ti, en este calvario, esperando juntos que su cruz se convierta en el árbol de la vida, en la puerta de la vida eterna. César Cid

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