Amor Pascual

Amor Pascual

Si Cristo salva al mundo en una nueva creación (2 Co, 5 17), ésta nace directamente de la cruz (Ga 6, 15). Y la cruz somete nuestra comprensión del mundo en una nueva interpretación. Su Presencia resucitada es la clave para exigir nuevas formas de relación con el mundo y los otros, más allá de nuestros sentidos humanos. Desde la Pascua, su presencia es ausencia ante lo sentidos y certeza desde la fe. Y solo la fe proporciona el acceso para interiorizar una relación espiritual entre Dios y el hombre. Pero no es una presencia espiritualizada, es decir, que excluye al cuerpo, dado que en la Ascensión lo incluye para siempre en Dios. Ante el peligro dualista- inútil- abordamos el misterio de una presencia de Cuerpo y Espíritu como una unión incomprensible para el hombre. Ambos se encuentran conservados y salvados, como efecto sublime de la resurrección de la presencia. No hay cumplimiento espiritual de la materia sino en Cristo. Y su gloria pascual hace que todo tenga a Cristo por cabeza (Ef 1,10). Abramos nuestro corazón al misterio sobrenatural que nos renueva y descubramos un mundo nuevo. El que está en Cristo es una creación nueva. “A ellos se les abrieron los ojos y le reconocieron; mas él se les hizo invisible”(Lc 24, 30-31). 

César Cid

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